

Lalo Serrano no es sólo el inteligente dueño de Ruta 61, sino que además se ha convertido en un excelente promotor cultural, capaz de arriesgarse como empresario y traer a figuras extranjeras de calidad tangible que enriquecen la experiencia musical de nuestra ciudad: Maxx Cabello, John Markiss… y ahora, el que fue armonicista de Wllie Dixon. Esto, añadido al momento de esplendor que viven varias bandas locales, como Las Señoritas de Aviñón, Memo Briseño, Betsy Pecanins, el Charro y sus Moonhowlers, AKA, entre otras.
¡Gracias, Lalo, estamos encantados!

Comprobé algo que he sabido desde hace tiempo: Vieja Estación está a la altura del compromiso que significa acompañar como banda a un músico formado en la mejor escuela del blues. Así que, a partir de esta noche, tendremos tres espectáculos al nivel de nuestra urgencia de buena música.
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