domingo, enero 29, 2006

¡Billy Branch en Ruta 61!

No me mueve, mi Lalo, para quererte
el blues que me tienes prometido,
ni me mueve el tecno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.

¡Por fin, el conspicuo renacentista Raúl de la Rosa retoma la escritura de su Tiempo de blues, necesarísima columna de La Jornada! Ya pueden leerla los visitantes cibernéticos de este sitio (basta con que salgan de aquí, regresen al home y aprieten Tiempo de blues). Esta vez, la entrega de Raúl nos recuerda las presentaciones de Billy Branch en Ruta 61 (2, 3 y 4 de febrero), a la vez que aprovecha para hablar muy lindo de esta página y del lugar de blues que Lalo Serrano tiene en Avenida Baja California 281.
Además, como soy yo quien recibió la tarea de subir los artículos de Raúl a su blog, mucho me sirve saber que Tiempo de blues se inició en el 2000. Con esa información, prometo subir todo poco a poco: cosa de meterme a fondo en la hemeroteca jornalera. De cualquier modo, bien haría el señor de la rosa genealógica si pensara en reunir toda su obra periodística en un libro. Muchos estaríamos contentos, y la memoria de toda una nación se lo agradecería.

Por lo pronto, nos vemos a partir del jueves 2 de febrero en Ruta 61. Ese día, además de dar la bienvenida al armonicista de Chicago, podremos disfrutar de Vieja Estación como grupo de apoyo (quien haya tenido la oportunidad de ver a esta banda argentina acompañar a Maxx Cabello, y a John Markiss después, sabe perfectamente que estamos hablando de palabras mayores). Además, me estoy enterando de que entre los grupos que alternarán con Billy Branch están nada menos que Las Señoritas de Aviñón y la banda de Memo Briseño. ¡Qué semana, Dios, qué semana!

miércoles, enero 25, 2006

Carta de Javier García a Raúl de la Rosa

Lunes 23 de enero de 2006

Anoche, fiel a mi costumbre, encendí el radio para escuchar Por los senderos del blues. El programa había empezado (eran las 20:03) y tocaba un grupo cuyo sonido me resultó familiar.

Tommy requintea igual a éste, le comenté a mi esposa.

¡Y cuál, que era el blues argentífero y cantarino de Vieja Estación! No sabía que iban a estar contigo. Nadie me lo comentó. En esta ocasión, Agustín, cronista oficial de Ruta 61, no lo anunció al público. Él, tan cuidadoso en estos temas…

Obviamente, escuchamos todo el programa, con doble gusto e interés.

Me parece que salió ligero y espontáneo (las anécdotas, muy divertidas; y, en los comentarios, los invitados no se atropellaron), además de muy bien estructurado. Estuviste en el papel de férreo conductor.

Yo no había escuchado el tema del nuevo disco: se oyó muy bien. Los escuchas tuvimos, pues, un avant premiere, como se decía antes.

Casualmente, estuve durante toda la tarde viendo y estudiando detalladamente el video de Aguasblues. Es decir, tuve un domingo con doble sesión estacional. Confirmé la impresión de que ese día, en especial (sábado 6 de noviembre de 2004), Vieja Estación tocó muy bien. Ojalá a la audiencia le haya parecido igual.

Muchas gracias, Raúl, tanto a ti como a los chicos, por las menciones y comentarios relativos a Las Señoritas. Y de los que se hicieron en específico de Octavio y de Lalo, creo que se los han ganado a pulso, con su pasión por el blues y su inmenso sentido de la amistad.

Sigue considerándonos parte del rating.

Un abrazo, y feliz año nuevo.

Francisco Javier García

P.D. ¿Vas a ir a oír a Billy Branch?

domingo, enero 22, 2006

El Charro y sus Moonhowlers

Ya hay más música en la estufa. Esta vez, finísimo lector, puedes disfrutar de Flambé, de Frank Zappa. El origen de esta pieza, contenida en la colección Läther (1996), está en Sleep Dirt (1979), donde aparece como Flambay (de dicho origen hablaremos en otra ocasión).

También he subido Sad as deep as you, de Dave Mason, interpretada por Traffic en 1971 (aparece en Welcome to the Canteen). Escúchala y piensa si no sería maravilloso que Las Señoritas de Aviñón la montaran para esas ocasiones en las que Ruta 61 está despidiendo a los últimos parroquianos y el ambiente se ha distendido tanto que el blues permite ciertas desviaciones. No es difícil pensarlo, considerando que ya tuvimos alguna vez el gusto de escuchar a Jaime cantar The low spark of high heeled boys, hace apenas un año y medio, el domingo 25 de julio de 2004, en el departamento de la Nápoles que entonces ocupaban algunos miembros de Vieja Estación (el cantante de las Señoritas estuvo acompañado esa vez por Santiago Espósito, en la guitarra, y un ensamble de percusiones dirigido por Ignacio Espósito y Julio el Buda). Recuerdo que, luego, al final de una noche de blues en Ruta 61 (aunque no logro precisar el día), los mismos Jaime y Santiago hicieron una versión en el escenario, como para ver si funcionaba. ¡Funcionó! Sin embargo, nunca más volvieron a hacerlo.

A propósito de canciones subidas a la red, te invito a visitar el castpost de Gerardo, mi gemelo precioso, en su blog Tlacuiloco. Dale clic al perrito de RCA y escucha bellezas como Everybody loves a train, con Los Lobos; Spill the wine, con Eric Burdon; y Oh Brother, where art thou?, de la película de los hermanos Coen. ¡Y aprovecha para deleitarte con la más reciente viñeta de Gerardo: Arlequín y Adrómeda!

Otro castpost que no puedes perderte es la Rockola de nuestro amigo Luis David, quien hace su blog desde Tlaxcala (La Página de Contreras). Ahí encontrarás, entre varias cosas espléndidas, a Muddy Waters, Duke Elington, Sony Boy Williamson y Howlin’ Wolf.

El pasado fin de semana comenzó el jueves 19 de enero, con el regreso a Ruta 61 de El Charro y sus Moonhowlers. ¡Una gran banda! Tenemos ya, en el bar, mucha calidad y mucha variedad de donde escoger para cada uno de nuestros gustos y cada una de nuestras exigencias: Las Señoritas de Aviñón, Vieja Estación, Memo Briseño, AKA. Betsy Pecanins, Real de 14, El Charro y sus Moonhowlers. Se anda colando La Delia Negra (nombre inspirado, supongo, en la novela de James Ellroy), cuya juventud promete mucho, siempre y cuando se ponga a trabajar mejor su repertorio, es decir, que se deshaga de lo que de plano no sirve, como esas interpretaciones de rupestres que se quedaron en el peor momento de los ochenta.

El Charro y sus Moonhowlers es una banda liderada por Octavio Soto, cuya guitarra y cuya voz nos dejan un excelente sabor de oído. Para colmo de bienes, Octavio supo elegir con mucho acierto a sus músicos: José Luis Sánchez, de Vieja Estación, en el teclado… y con su remera del Capitán Piluso; Federico Luna, de la banda de Memo Briseño, en la armónica y las sonrisas; el gran Rafael Herrera, de Los Calcetines, en el bajo y la armonía con el cosmos; y un niño –de veras un niño-, se apellida García pero he olvidado su nombre, que cumple como los grandes en la batería (entiendo que es miembro de la Big Band Jazz de México).

La sencillez y la honestidad del Charro, por otra parte, son virtudes que se agradecen y que permiten concentrar nuestra atención en su música.

El Charro comienza su espectáculo con Texas Flood, y lo cierra con To love somebody y Addicted to love, que si bien podrían pensarse como canciones ajenas al Ruta 61 y más cercanas al Celtic's, ambas son ejecutadas con fuerza y mucha calidad. En medio, un exelente repertorio de buen blues.

viernes, enero 20, 2006

All you wanna do is ride around Sally...


ESTA NOCHE ES PARA
WILSON PICKETT (1941-2006)
Para mayor información, llama al 634-5789

miércoles, enero 11, 2006

Intermedio: El Dandy del Blues en True Fire

Quien desee encontrar al guitarrista de Las Señoritas de Aviñón en la Red Internacional, sólo tiene que entrar a truefire.com, desplegar el índice de Original Music, apretar donde dice Blues, apretar donde dice Authors/Artists, ordenar por autor, buscar el apellido Herrero, apretar Herrero, Octavio… ¡y listo! Es posible entonces comprar Hideaway, Magdalena y San-Ho-Zey, cada una por un dólar; o los textos El Pacto (un dólar) y El Talismán (cincuenta centavos de dólar).

Uno de estos días, acabaremos enterándonos de que Octavio ha comprado un chalet en Saint Tropez con las regalías de True Fire. Por lo pronto, el deleite de magnate con que fuma sus puros en Ruta 61 nos hace sospechar que esto es absolutamente posible.

Voy a decirle a mi querido Ignacio, baterista de Vieja Estación, que dejemos la exportación de miel a Alemania y que mejor
subamos a la red Amanecer de un ejército vencido, a ver si así llegamos a Ruta 61 con ese aire de Ciudadano Kane con que Octavio se pasea por el mejor bar de la ciudad.