martes, septiembre 05, 2006

Desde el silencio

Los sueños y las pesadillas están hechos de los mismos materiales, pero esta pesadilla dice ser nuestro único sueño permitido: un modelo de desarrollo que desprecia la vida y adora las cosas (…). El Tercer Mundo se convertirá en Primer Mundo, y será rico y culto y feliz, si se porta bien y si hace lo que le mandan sin chistar ni poner peros. Un destino de prosperidad recompensará la buena conducta de los muertos de hambre, en el capítulo final de la telenovela de la Historia.
Eduardo Galeano, en 1992.

Instrucciones para llorar

Dejando de lado los motivos, atengámonos a la manera correcta de llorar, entendiendo por esto un llanto que no ingrese en el escándalo, ni que insulte a la sonrisa con su paralela y torpe semejanza. El llanto medio u ordinario consiste en una contracción general del rostro y un sonido espasmódico acompañado de lágrimas y mocos, estos últimos al final, pues el llanto se acaba en el momento en que uno se suena enérgicamente.

Para llorar, dirija la imaginación hacia usted mismo, y si esto le resulta imposible por haber contraído el hábito de creer en el mundo exterior, piense en un pato cubierto de hormigas o en esos golfos del estrecho de Magallanes en los que no entra nadie, nunca.

Llegado el llanto, se tapará con decoro el rostro usando ambas manos con la palma hacia adentro. Los niños llorarán con la manga del saco contra la cara, y de preferencia en un rincón del cuarto. Duración media del llanto, tres minutos.

Julio Cortázar (1914-1984)


El Paseo de la Reforma

A partir del 13 de octubre de 1866, quedó estrictamente prohibido el tránsito público, pues estaba pensada para uso exclusivo de la corte imperial y como paseo ecuestre de Maximiliano y Carlota Amalia (y su elite).

Se negó el paso a vehículos, bestias de carga y cabalgaduras; asimismo, se impidió el tránsito de entierros, procesiones y
cualquier clase de reuniones de gente en la calzada, si no era con la autorización previa del emperador.

No se llamó Paseo de la Reforma hasta 1872, por un decreto de Sebastián Lerdo de Tejada y en homenaje a las leyes promulgadas por don Benito Juárez.

En 2004, la mujer que aparece en la fotografía (habitante de una comunidad zapatista, en Chiapas) se despidió de mí con palabras pronunciadas en su poco español:

-Ai' le encargo. Llévese mis ojos para ver. De algo le servirán.








6 comentarios:

tlacuiloco dijo...

Gracias.

elisa dijo...

"Llorar a lágrima viva. Llorar a chorros. Llorar la digestión. Llorar el sueño. Llorar ante las puertas y los puertos. Llorar de amabilidad y de amarillo.

Abrir las canillas, las compuertas del llanto. Empaparnos el alma, la camiseta. Inundar las veredas y los paseos, y salvarnos, a nado, de nuestro llanto.

Asistir a los cursos de antropología, llorando. Festejar los cumpleaños familiares, llorando. Atravesar el África, llorando.

Llorar como un cacuy, como un cocodrilo...si es verdad que los cacuíes y los cocodrilos no dejan nunca de llorar.

Llorarlo todo, pero llorarlo bien. Llorarlo con la nariz, con las rodillas. Llorarlo por el ombligo, por la boca.

Llorar de amor, de hastío, de alegría. Llorar de frac, de flato, de flacura. Llorar improvisando, de memoria. ¡Llorar todo el insomnio y todo el día!"

Oliverio Girondo

Un abrazo

Mamá-Z dijo...

Gracias, Daría Zen, por traer a Oliverio. ¡Claro, llorar! Y que sean uruguayos y argentinos geniales quienes nos ayuden.

Y mientras lloramos, acariciemos nuestra rebeldía, porque -como dice el mismo Girondo- "no hay ternura comparable a la de acariciar algo que duerme."

tlacuiloco dijo...

Pero no esta durmiendo.
Esta mas despierta que nunca.

Colibrí dijo...

He estado muy atenta a las noticias, mucho más que en otros momentos por cuestiones obvias.
Escucho cómo hemos descendido en muchísimas cosas a nivel mundial gracias al desempeño de nuestro todavía actual presidente (presento respetos), el cómo los trámites para hacer materialmente cualquier cosa en este México, se han complicado tanto

Entonces, ahora que 7 magistrados dieron el fallo de que todas las ilegalidades, que la injerencia del presidente (con minúsculas), de la iniciativa privada, de los medios de comunicación, de la guerra sucia y la campaña mediática de desprestigio, son pecata minuta... me pregunto: ¿y ora qué?

¿Qué voy a hacer yo? Porque me parece que es una decisión personal, ya que la palabra convence, pero el ejemplo arrastra. Y como no quiero formar parte de la demagogia de la que tanto me quejo, decidí dejar de parlotear, de quejarme y de chacharear y poner manos a la obra.

¿Cómo?
Por lo pronto, en una actitud activa de resistencia pacífica (resistencia a que las cosas se queden como están, resistencia a que nuestros políticos hagan lo que se les da la gana sin considerar ni el bien común ni a los ciudadanos, de quienes devengan su sueldo; resistencia a que los políticos cobren su salario sin trabajarlo, resistencia a los acuerdos en lo oscurito, resistencia a los intereses personales de los gobernantes electos por nosotros...) y dado que ninguno de los servicios son gratuitos, porque están financiados con el trabajo y recursos de todos los mexicanos, se me ocurren algunos puntos:

1. Investigar teléfonos y correos electrónicos de mi diputado, delegado, policía.
2. Monitorear que mi diputado asista a su chamba, y de no ser así que me explique o haga llegar el justificante médico que avale su ausencia en la cámara.
3. Como cada uno de los funcionarios, servidores públicos y políticos (incluido el señor presidente) son mis empleados, (ya que gracias al pago de mis impuestos ellos existen), exigiré que me sea dado el servicio que merezco.
4. Exigir que mi colonia esté limpia, pavimentada, con semáforos en funcionamiento. En caso de ser víctima de un bache en el camino, presentar mi queja y hacer los trámites correspondientes para que el Departamento del Distrito Federal cubra la reparación del automóvil (sí es posible).
5. Que me expliquen porqué el veto a la Ley del libro, porqué a la Ley de Sociedades en Convivencia...
6. Que me expliquen con bolitas y palitos en qué están aplicando los dos centavos por litro de gasolina del impuesto ecológico.
7. Tomarme el tiempo para denunciar, señalar y proponer.

No creo que dadas las condiciones de este país, sea suficiente respetar las leyes, pagar impuestos, no participar de la corrupción en cualquiera de sus formas y no comprar productos pirata; creo que podemos aprovechar el movimiento generado por las elecciones y plantearnos acciones concretas en nuestras trincheras.

Y ustedes, ¿cómo le entrarían o les vale?

pd. de haber dado el fallo en favor de AMLO estaría diciendo las mismas cosas...para mi en realidad, ninguno es bueno, los buenos somos los que cargamos con el país a cuestas y transitándolo

Mamá-Z dijo...

Colibrí:

Me atrevo a tomar tu texto, imprimirlo y guardarlo en mi cartera, para leerlo todos los días y recordar cuál es mi responsabilidad ciudadana. ¡Eso voy a hacer!

Hagámoslo, pues.