jueves, julio 19, 2007

De nuestros corresponsales en el mundo

Tenemos nueva corresponsal, ahora en Tulsa, Oklahoma.

En 1985, Rebeca Alvarado terminó el bachillerato y se despidió de la escuela de monjitas donde el que esto escribe daba clases de literatura. Entonces, ella tenía dieciséis años y unas ganas enormes de que pasaran cosas en su vida.

Rebeca decidió viajar a Canadá y quedarse a vivir ahí todo un año. Luego, regresó a estudiar Ciencias y Técnicas de la Comunicación en la Universidad Iberoamericana, donde se especializó en cine, se casó y tuvo un hijo.

En 1996, Rebeca se divorció y se fue a vivir a San Antonio, Texas, donde hizo radio y, gracias a su talento y su esfuerzo, consiguió producir un programa de noticias matutino, con tres horas al aire. Más tarde, se interesó en la televisión y entró a Telemundo como productora.

Pasaron tres meses, y cierta mañana, al llegar a trabajar, se encontró con una gravísima noticia: habían secuestrado al arzobispo de la ciudad. Rebeca buscó a los dos conductores, pero ninguno contestó su teléfono. ¡Urgía preparar la noticia! ¿Qué hacer?

¡Rebeca, vas al aire… ya! –dijo el presidente de la estación-. Y no te lo estoy pidiendo, es una orden.

Rebeca condujo el programa durante siete horas, sin interrupción. Al llegar los dos conductores de planta, el presidente se negó a sacar del aire a la improvisada conductora, quien había hecho un trabajo a cuadro simple y sencillamente sensacional: los involucrados en el fenómeno televisivo (emisores y receptores) siempre agradecen una combinación mágica: profesionalismo y belleza.

Ella ha dado la cara. Ahora, que termine -sentenció el presidente, para luego ofrecer a Rebeca un cambio de actividad profesional-. Niña, estás desperdiciando tu tiempo como productora. Te propongo que te incorpores al equipo de reporteros.
En 2001, Rebeca Alvarado fue la conductora del noticiero de Telemundo en su edición vespertina. Más tarde, se mudó a la edición nocturna, donde permaneció durante casi un lustro. Hace un año, renunció a su trabajo como conductora y se fue a vivir a Dallas con su hijo. Inmediatamente, Telemundo la buscó y le ofreció trabajo como reportera y productora (ha sido ya nominada para dos Emmys). Pero Rebeca sentía que ya había cumplido su ciclo en la televisión, así que eligió una nueva residencia: Tulsa, Oklahoma, donde vive desde hace seis meses y donde trabaja como periodista en La Semana del Sur (firma como Rebeca Silva, el apellido de su actual esposo).

Ahora, después de veintidós años de haberla visto por última vez, la nombramos oficialmente correponsal de El Blues de la Estufa Divina. Como primer contacto, nos envía un breve mensaje:

Siempre me gustó tu forma de tratarnos: con mucho cariño. ¿Te acuerdas, Agus, de la canción del moco? Ya se la enseñé a mi hijo, y le dije que mi profesor favorito me la enseñó cuando yo era adolescente, a principios de los ochenta. Me encantaría organizar una velada musical, con queso, pan y vino, ahora que vengas. ¿Qué te parece?

Para leer los reportajes de Rebeca en La semana del Sur (su más reciente artículo trata sobre el futuro del río Arkansas), basta con apachurrar la última palabra de este párrafo.

Vayamos a otras partes del mundo...

Cecilia García-Robles, ex-guitarrista de Mal de Ojo y de Mamá-Z, profesional de la traducción y la interpretación, y terapeuta del autor de esta bitácora, escribe desde Dublín:

Seguimos en Irlanda, padeciendo la vida desde un escenario diferente. Creo que por eso me gusta viajar. Sufrir la vida debajo de la lluvia europea hace que las rutinas desaparezcan, y eso sí que lo valoro. Ya te contaré con más detalle y te enseñaré fotos. La próxima semana iremos a Barcelona. Te quiero mucho.

Jaime Holcombe, ex-guitarrista de Las Señoritas de Aviñón y profesional de la publicidad, nos escribe desde Dallas, Texas, su actual residencia.

Ya tuve mi primer bautizo, tocando tres canciones en un bar de blues llamado Pearl, en Downtown Dallas, en la esquina de Pearl y Commerce. Se trata de un bar elegante y cómodo, diseñado con muy buen gusto. De iluminación suave y atmósfera tranquila, y con arte abstracto colgado de sus paredes. Los lunes, es posible participar en algún blues jam. Y durante el fin de semana, la oferta es muy atractiva: jazz los viernes, blues los sábados y música clásica en las tardes de domingo.

Si quieres saber más sobre el Pearl, apachurra la palabra envidia.

Y si estás interesado en conocer más sobre la actividad cultural de Jaime en Dallas (su más reciente reportaje trata acerca del concierto de The Police al que asistió nuestro corresponsal), apachurra la fotografía que de él se encuentra en alguna parte de la barra de enlaces que tienes a tu derecha, o apachurra la última palabra de este párrafo.

Desde Chicago, Illinois, Billy Branch responde a mi muy personal interpretación sobre la verdadera naturaleza del Hoochie Coochie Man plasmada en la última entrega sobre Lurrie Bell (filtros 12 a 15).

By the way, the Hoochie Coochie Man is definitely not a myth..

Desdémona Peniche no ha dicho esta boca es mía desde el 22 de agosto de 2005, día en que, desde su chalet en Key Biscayne, Florida, envió el siguiente mensaje:

¿Tú crees que las emociones viajan? Pues ayer dijiste que te sentías como borracho. Yo, hoy quiero verte, siento un poco la emoción de abril, las ganas de plantarte un beso, de abrazarte. No, eso estuvo muy solemne. Hoy tengo ganas de hacerte el amor. ¿Es malo desear a un amigo?

Desde Barcelona, Cataluña, La Guare presume:

Hace algunos días, Agus, estuve en el concierto de Joaquín Sabina y Joan Manuel Serrat. Ambos… gigantes, sensacionales, viejos hermosos, geniales. Por otro lado, espero que me invites a bailar antes de los 64. Más te vale, monada. Escríbeme, que te extraño.

No publicamos fotografías de La Guare, porque hay una ley internacional que nos lo prohíbe.

De Sabina León nada sabemos. Andaba en Grecia cuando nos escribió por última vez. ¿Estará ahora en Estambul? La falta de noticias es buena noticia, dicen los que saben esperar. Lo mismo debemos decir de Jean-David Levy, quien ha guardado silencio sepulcral desde que regresó a Francia.

Al enterarse de que Ezequiel Espósito irá a Argentina a principios de agosto, Carlos Carabba, guitarrista y voz de Los Bufones Dementes, no tardó en escribir:

¡Ah, pero qué buena noticia! Ojalá nos podamos ver con el Polaco cuando llegue. La última vez que lo vimos fue justo cuando grabábamos el demo en lo de Fabio. Pero fue un segundo nada más.

Los Bufones Dementes tocarán otro acústico el próximo 29 de julio. Ya veremos qué nos depara el destino. Quizá algunas fechas más en el segundo semestre del año.

Ya estoy en campaña de pasar los videos anteriores a DVD y CD, para mandarte el combo BD (Bufones Dementes). Haré todo lo posible por tener todo listo cuando vea al Polaco.

Ya sólo me faltan cuatro materias para recibirme de abogado.


Algo más sobre el Hoochie Coochie Man

¿Y de dónde salió la expresión cuchi cuchi con la que Beatriz Mármol engatusa a su marido? ¿Es aportación del doblaje o es traducción de alguna frase original de la señora Rubble? Quién sabe. El hecho es que hay una similitud en la intención del hoochie coochie primigenio (danza de atrevidas mujeres decimonónicas) y el cuchi cuchi cavernícola: fascinar al macho con gestos de lujuria desatada o de fingida inocencia.

Lurrie Bell y Vieja Estación caminan por Avenida Tamaulipas,
la noche del miércoles 16 de mayo de 2007, después de haber cenado en el Kalimán.


Otra estampa de Lurrie Bell

Jueves 17 de mayo de 2007. No habíamos terminado de aplaudirle a Lurrie Bell su Hoochie Coochie Man cuando Vieja Estación soltaba ya los primeros compases de Mellow Down Easy, canción que a Carrie Bell, padre del guitarrista, le salía sabrosísima, en la mera tradición de Little Walter (de hecho, el primer álbum del armonicista –grabado en 1991 para Blind Pig Records- se llamó así, Mellow Down Easy).

Utensilio de relajación y para el relajo, Mellow Down Easy es una de esas piezas clásicas de Willie Dixon donde el ritmo y la melodía me hacen pensar, misteriosamente, que la he escuchado desde siempre: la conozco, la reconozco, la celebro desde el primero hasta el último verso; es casi una canción para niños que se sostiene a sí misma y que cobra un sentido lúdico de salud mental (no pasa lo mismo con La Pequeña Langosta, interpretada por un tal Rubén Matos, canción para retrasados mentales que se escuchó a principios de los setenta).

Mi sensación de recuerdo se debe acaso a que Octavio Herrero, el eterno, tuvo en su colección el primer disco de The Paul Butterfield Blues Band, de 1965, donde aparece esta pegajosa canción. Además, a ese recuerdo inconsciente debo añadir la experiencia nocturna del domingo 30 de abril del 2006, cuando los miembros de Vieja Estación, Lalo Serrano y el que esto escribe nos sentamos frente a la pantalla de Ruta 61, nos servimos lo que quedaba del mezcal Mystic donado por nuestra querida Cecilia Buck, sabia francesa radicada en México, y nos deleitamos con Freak ‘n’ roll into the fog, el concierto de los Black Crowes ofrecido hace dos años en San Francisco. Lo que queda registrado en el DVD es la segunda de cinco funciones, y en ella aparece, precisamente, Mellow Down Easy.

Fue así como Lurrie Bell comenzó su primera presentación en Ruta 61, con tres distintos momentos del alma: la depresión autocompasiva (Born under a bad sign), el entusiasmo megalomaniaco (The Hoochie Coochie Man) y la infundada sensación de bienestar con la que a veces nos paseamos por la vida (Mellow Down Easy).

El mundo en menuzas

Todos mis actos son resultado de atender o de ignorar las voces interiores. Tacho y enmiendo. Cada uno de mis actos es resultado de controlar las voces interiores, o de ser sometido por ellas.

En busca de la libertad… Tacho y enmiendo. En busca de la liberación, entro en mí. Camino y trató de iluminar las zonas donde sospecho que descansan las criaturas de mi Revelación Susurrada. Lo que encuentro me preocupa: es un guión escrito por Salvador Dalí y Harpo Marx, quienes se conocieron en diciembre de 1937, en Nueva York. El guión lleva por título Ensalada de Jirafas en Lomo de Caballo.

In Memoriam
Roberto Fontanarrosa
1944-2007

Gracias, Negro, por Boogie el Aceitoso; gracias por Inodoro Pereyra
y su perro Mendieta.

2 comentarios:

Cazador de Tatuajes dijo...

¡Tanto gusto que me dió leer todo para que me deprima la noticia final!

Salud por el Negro. Un grande.

Gran noche hoy en el Ruta.

Zorro Viejo dijo...

Negro:
solo te queda hacerlo cagar de risa al de barba!!!.

un saludo desde aca.
Carli