
Uno de estos días, acabaremos enterándonos de que Octavio ha comprado un chalet en Saint Tropez con las regalías de True Fire. Por lo pronto, el deleite de magnate con que fuma sus puros en Ruta 61 nos hace sospechar que esto es absolutamente posible.

Voy a decirle a mi querido Ignacio, baterista de Vieja Estación, que dejemos la exportación de miel a Alemania y que mejor
subamos a la red Amanecer de un ejército vencido, a ver si así llegamos a Ruta 61 con ese aire de Ciudadano Kane con que Octavio se pasea por el mejor bar de la ciudad.
1 comentario:
Y pensar que lo conocimos comiendo las deliciosas gorditas de Mamá Carcita.
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