domingo, diciembre 30, 2007

¡Nuestro Señor Gerardo ya resucitó!

No lo reconocimos al caminar.
Ahora sí, en la fracción del pan.
Lucas 24, 13-35

He is the first, the last, the best and the most.
People loves him from coast to coast.

Paráfrasis que hace Gerardo Aguilar Sámano
de una canción de Bo Didley.


Yo soy la Mosca, la Verdad y la Vida
Concierto para Gerardo Aguilar Tagle
1955-2007

Misa de Blues y Rocanrol en Honor a un Hombre Indispensable
Viernes 18 de enero de 2008
Ruta 61
Celebran Las Señoritas de Aviñón y Vieja Estación


Su fuerza era descomunal.
No hubo mosca que se atreviera a contradecirlo.


Lugar de Colibríes
Judith Bravo

Preguntaba Chito que por qué la gente que amamos no es inmortal, y lo único que se me ocurrió fue que quizás si fuesen inmortales no los amaríamos tanto; quizás la conciencia de que nos vamos a morir sea lo que nos hace muy amados...e inmortales.

Hasta la próxima marcha, Gerardo.

Cantando una misma rola, Lennon y Gerardo a la guitarra. Así te pienso, así te veo, así te quedas.


Foro Dinero
Luis David Contreras

El día viernes 21 de diciembre obtuvo su pase al reino de los inmortales mi querido amigo Gerardo María Aguilar Tagle, gran luchador y compañero entrañable de este foro en donde alguna vez puso en venta su alma y ahora encontró comprador.

Gerardo fue miembro fundador, junto con su gemelo precioso Agustín Aguilar Tagle, Octavio Herrero, Jorge Escalante y Óscar Fernández, del Laboratorio de Teatro Experimental y Taller de Autoayuda Mamá-Z, grupo esencial del rock mexicano de los ochenta (vetado en todas las estaciones decentes de la radio mexicana, por supuesto) y autor de rolas memorables como Ausencia, M'amor (no me dejes solo) y Morir de Amor (Parir chayotes), entre otras.

Gerado fue un dibujante notable, verdadero prodigio de la línea que bajo la firma de Tlacuiloco llenó nuestros espacios de la red y el suyo propio que cambió cuantas veces se le pegó la gana.

Un alma libre como la de Gerardo solo podía existir en un México como el nuestro, a través del compromiso con las mejores causas, y por eso fue un apasionado miembro de la resistencia que siempre acompañó sus andanzas con un gran sentido del humor.

Estés donde estés, querido Gerardo, sé que nos seguirás acompañando en la ruta e iluminando nuestro camino.

Descansa en paz, amigo.

...y siempre supo cómo hacer enojar a quienes amaba.

El Viaje de Lonjho
Andrés Tonini

Leyendo Navegaciones de Pedro Miguel, me entero que Gerardo María Aguilar Tagle, conocido en la red como Tlacuiloco, acaba de morir este viernes. Aunque no tuve la fortuna de conocerlo, como bien lo dijo Pedro Miguel, ese detalle no era necesario para quererlo.

Se le extrañará, no hay duda.

Estaba convencido de que su padre es la mitad de Dios.

Navegaciones

Pedro Miguel

¡Chau, Gerardo!

No hacía falta conocer en persona a Gerardo María Aguilar Tagle, Tlacuiloco, para quererlo. Dibujante, músico, bloguero, papá, marido, hermano, amigo, ciudadano, manifestante y hombre bueno, llegó, el viernes 21, a la mejor de las muertes: muy amado se nos fue, y en muchos corazones se nos queda.


Las mujeres de la casa sufrían su tiranía.
¡Pero, a la mera hora, todas reconocían que él era la Mosca!


La Página de Contreras
Luis David Contreras

Los amigos que conocemos son almas con las que convivimos en otras vidas.
Así que, qué importa si sólo
las vimos una vez.
George Harrison


Recuerdo que eran los tiempos heroicos de las batallas contra el desafuero de Andrés Manuel y la adrenalina política estaba a tope. Me inscribí en el foro Dinero de Enrique Galván Ochoa, de la Jornada, para subir un sesudo artículo que escribí como respuesta a un editorialista del Diario Milenio. Ya allí, me dediqué revisar lo que escribían los otros foristas y me llamó la atención uno de ellos que tenía nombre como de personaje de telenovela y que estaba en todas partes, participaba de manera muy activa y lo hacía de un modo bien divertido. Sus comentarios eran en extremo incisivos, gozaba haciendo rabiar a los pocos priistas o panistas (¿qué no es lo mismo?) que se atrevían a merodear por allí y lo hacía de forma implacable. Lo suyo suyo era chingar al prójimo.

Enrique quiso crear dentro del foro una especie de blog, donde algunos foristas escogidos podrían escribir sobre los temas de su predilección, tal vez alguna afición particular, y que no tratarían necesariamente de política. Por una razón medio nacionalista, un grupo de notables decidió que la palabra blog no expresaba algo concreto en español y entonces decidieron castellanizarla creando el neologismo belogía... que tampoco decía algo a los hispanoparlantes.

Pues bien, uno de los tres foristas destacados que fue elegido para escribir las primeras belogías fue Gerardo Ma. Aguilar Tagle, que se reventó un artículo titulado Eros y Rocanrol en el que hablaba de la carga erótica del rock tomando como paradigma la música de Frank Zappa (ya en los comentarios a su belogía, terminó entusiasmado hablando de la Sonora Santanera y recitando La Boa.)

Gerardo le entraba a todo y cuando alguien subió la pregunta sobre la existencia de Dios, se despachó con la cuchara grande haciendo rabiar a los creyentes. Ya en el paroxismo, uno de los participantes le dijo que cómo era posible que negara la existencia de Dios siendo músico si la música era un don divino. Gerardo le contestó que él no era músico y que lo más que sabía eran tres pisadas en la guitarra para tocar Página Blanca.

Era todo un personaje y yo quería ser su amigo.

Alguien lo quiso molestar diciéndole que no era muy original y que en la foto del perfil de su belogía había tratado de imitar una portada de U2. Gerardo respondió que U2 no era de sus grupos preferidos y que en todo caso se hubiera vestido de Sheik Yerbouti, como Zappa. Yo intervine para decirle que si él se vestía de Sheik, entonces yo me disfrazaría de la araña de ultratumba de Hot Rats. Allí nació la amistad.

Entonces empezamos a coincidir en nuestros debates y a dejarnos comentarios. Teníamos posiciones muy similares, así que era muy fácil estar de acuerdo, ponerme de su lado y apoyarlo en su cruzada contra la reacción. Porque lo suyo era como un apostolado.

Yo había iniciado La Página de Contreras para ir almacenando mis artículos y mis intervenciones en el foro. Al poco tiempo Gerardo y Agustín, su gemelo precioso, iniciaron los suyos y acostumbrábamos visitarnos para darnos mutuos guayabazos. Y la amistad fue creciendo.

El día 13 de diciembre del 2005 nació mi nietecito Karlo, y envié un correo a los amigos anunciando la buena nueva. Gerardo subió en el blog de Tlacuiloco una piñeta con un angelito de la guarda dedicado al bebé. Me enternecí hasta las lágrimas y le pedí el original a cambio de una paella en Tlaxcala. Accedió y lo más difícil fue encontrar la fecha propicia para el intercambio. Pasó más de medio año antes de que pudiéramos reunirnos y conocernos personalmente en persona.

Llegó acompañado del amor de su vida, la hermosa Marugenia, y fue como si ya nos conociéramos desde siempre. Platicamos, preparamos la paella y nos pasamos un fin de semana de antología. Luego me confesaría que le costó trabajo aceptar la invitación porque en esos días corría la noticia de un tipo en Hamburgo que invitó a su amigo a cenar y se lo comió.

Después vinieron las elecciones y el fraude electoral. Gerardo y yo nos organizamos para asistir juntos a las asambleas y marchamos y dormimos en el Paseo de la Reforma y asistimos al grito de los rebeldes y compartimos toda la jornada en compañía de Hilda, Elisa, Rovan, Gabba, Erosgod, Mar, Colibrí, Iván y una multitud interminable.

Y de un momento a otro todo cambió. Se hartó de sus valiosos blogs y los borró. A los pocos días pensó que no estaba tan harto y los volvió a hacer, pero ya no pudo rescatar los anteriores. Fue una temporada rara. Algo lo volvía inestable. De repente subió un dramático anuncio en su blog en el que nos avisaba que las cosas no estaban bien.

A partir de aquí, todo fue caos. Noticias confusas nos hacían temer lo peor. Gerardo necesitaba atención urgente. Gerardo fue a Acapulco para operarse. Gerardo, por fin, se operó y le costó mucho trabajo salir adelante. Sólo la compañía y los cuidados amorosos de Maru y sus hijos parecían ayudar. Aun así, su sentido del humor negro se mantenía vivo y se divertía aterrorizándonos con las fotografías de sus heridas.

El pasado 18 de noviembre, volvimos al Zócalo de la Ciudad de México para la Convención Nacional Democrática y quedamos de encontrarnos allí; pero ya no pudo ir. Su estado de salud estaba muy deteriorado, y no tenía la energía suficiente para estar en la bola.

Decidió regresar a Acapulco buscando un clima más benigno para sus dolencias y para refugiarse en el amor de su familia. Me escribió una carta muy cariñosa avisándome su decisión, y subió un post dónde parecía despedirse de todos. Agradecía la toalla de las Chivas que le regalé y que veneraba como al Manto Sagrado.

De pronto me enteré que mi querido amigo Gerardo había ganado su pase a la inmortalidad. Cuando hablé con Maru no pude evitar el llanto. Nos fuimos de volada a México con Iván y allá nos encontramos con Axel y la hermosa Monik, con Colibrí y el buen Serch, con Elisa y con Hilda... y se nos hizo conocer al escurridizo Agustín.

Ya lo lloramos. Acompañamos a Maru, Jerry y Ale. Platicamos y nos reimos con sus anécdotas. Cenamos unos riquísimos pambazos que preparan en la Escandón y que nos invitó Tino. Nos atendió Luce y pasamos toda la tarde y parte de la noche hablando del Tlacuilo. Fue todo un ritual que nos permitió despedirnos de él para poder enfrentar lo cotidiano de nuevo.

Hoy todos estamos dedicados a lo nuestro y quizás sea lo mejor, pero hay algo intrínsecamente perverso en todo esto: sigo creyendo que la gente a la que amamos debería ser inmortal. Tal vez él ya lo sea.

Descansa en paz, querido Gerardo.



In Memoriam
Luis David Contreras

Es que hoy estoy de luto...
Es tanto el dolor,
y tan poco el tiempo
para sentirlo.

Hay dolores que pudren el alma.
¿Pero cómo hacer para entenderlo,
si mañana va a salir el sol
y los días se van a suceder
uno a otro,
sin haberse enterado
de tu partida?

¿Y ante quién hay que protestar
por esto?

¿Y con quién voy a caminar
y a recorrer las calles,
si en la multitud faltas tú?

No sé que decir...
Es que hoy estoy de luto,
y no sé hacia dónde voltear.


Carta Abierta
Víctor Castillo



También puedes visitar a Lilith, a Yaoteka y a Ricardo

5 comentarios:

Unknown dijo...

He is the first, the last, the best and the most. The people loves him from coast to coast.

Victor Castillo dijo...

Agustín:

Gracias por el detalle de colocar este breve homenaje al gran Gerardo-Tlacuiloco, y bueno, te mando mis mejores vibras.

Suerte y muchos abrazos.

aesovoy dijo...

... y de aquí al infinito...

Victor Castillo dijo...

Agustín:

Gracias por el detalle de poner este breve homenaje al gran Gerardo-Tlacuiloco, en tu Blog.

Suerte y muchos abrazos.

Mamá-Z dijo...

Víctor, por favor. Gracias a ti.