Amenizaron la velada dos conjuntos de blues (Vieja Estación y Las Señoritas de Aviñón), que es una música muy del gusto de los festejados y que se toca con instrumentos de cuerda, tambores y unas como cacerolas de paella vueltas de revés (a veces, pero esta vez no, alguien del público se entusiasma mucho y saca de entre sus ropas un pequeño instrumento de viento que, al soplarlo, hace tiroriro; lo chistoso es que los ejecutantes del tiroriro, al sacarle sonido a eso, empiezan a balancearse como personajes de Atrapados sin salida).
En fin, que vaya desde este intermedio mi más intenso abrazo a Raúl de la Rosa y Jaime Holcombe.
¿Un mensaje?
Como dicen las quinceañeras enamoradas, gracias por existir.
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